Ya no quiero que seas mi perro.

No acostumbro a despedirme de mis problemas, o de lo que esta en proceso de serlo. Dejo notitas o solo me esfumo. A veces contesto y otras no existo. Siempre pierdo el numero y casi nunca, lo retengo. Pero cuando siento que puedo volver, aparezco. No en fragmentos ciberneticos, en cuerpo aunque no siempre en alma.

Aquí te dejo en notitas, que lo estoy dudando. Y que mas que un continúe, es un ya no quiero.

Si no te importa, quédate con esas palabras que son mías. De lo contrarío, escupeme en la cara, escupe mi lengua, mi vagina y tu miembro por si quieres más. Pero, no te quedes nada si te quieres quedar.