No recuerdo cómo luces, ni donde se encuentran tus lunares. Ya no sé cómo se sentía verte o cómo era quererte. Ni cómo hablas, cómo miras, o cómo tocas; así sea una simple tendida de mano. Tengo tantos vacíos de ti, cosas que ya no recuerdo, que un día tal vez ya no recuerde ni tu nombre.
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