Un sueño agridulce y otro dulceamargo.

Sueño 1. Estaba en un lugar plano con mucho sol y quizá acalorado, no sentía la temperatura en el sueño. Parecia mi hogar, definitivamente ya no era. Caminaba hacia alguna casa, a ver a alguien, quizá; con jessy y mi perra a quien suelo ver un par de veces del año, porque vivo a 24 horas de ella y mi familia.
Nosotros acostumbramos a pasearla sin collar cuando esta por la zona, y así estaba. Por un momento ambas nos distrajimos y terminó perdiéndose de mi vista, cuando me percate de ello, se me aceleró el corazón; la busque y busqué, pensé que la perdería. Pasaron las horas y me estaba quebrando, casi dada por vencida cuando escuché a unos perro labrar por otra calle, los seguí y fue cuando vi a mi niña.
Ella miraba hacia los lados buscando algo, enseguida la llame y grité, quitó su cara de miedo y angustia, de sentirse perdida y haberme buscado por un largo rato también. Empezó a correr con su lengua ahora afuera como si estuviese sonriendo, ambas corríamos hacia la otra hasta que la abracé mientras me lamía la cara y yo lloraba de alegría, porque estaba ahí, porque no la perdí, la amaba y la tenía.

Sueño 2. Era mi cumpleaños, estaba cansada, limpiando sala y cocina de mi residencia. Preparándome para dormir hasta que... Tocaron el timbre,
era mi familia (no entendía, porque estaban lejos y dispersos. De igual forma fue agradable), hace tanto que no paso un cumpleaños acompañada, y mucho menos con toda mi familia. Era increíble.
Se llegaron armados con rumba y parrilla, risas y atención. Miré a la señora que me alquila, con cara de pena, "realmente no me esperaba esto" intenté decir con mi cara. Ella que es un poco mezquina, pero abrió una puerta donde tenía muchas camas y literas; sin decirme nada entendí que era su forma de darme un regalo. Pero seguía limpiado, me daba pena dejar un desastre, entonces ahí me agarron y dijeron que dejara eso; me quedé observando y pude ver como mi tía y mi madre bailaban y se reían. Habían dos hombres quienes les bailaban y las hacían reír, les daban tratos tiernos y un tanto romanticones, yo seguía sentada viendo y empezaron a correr lagrimas en mi. Pues eso es lo que siempre he querido para ellas, que las quisieran bonito; una caricia en el cabello, un acto de cortesía, un "te traje flores" o "te traje comida", un chiste o una picardía, pero más que nada una mirada infinita. Ellas podrían perderse y ellos la seguían.
Me seque rápidamente, por ahí venia mi madre con risas. Cuando se me acercó, estaba tan feliz que pudo decirme por un momento que se sentía orgullosa de mi. Yo siempre he creído ser algo como un estorbo, no solo en su vida si no en la de cualquiera que quisiera. Todo lo que amo o quiero, mueres o se va, pero siempre me deja. Tampoco me han dicho nada que me indique que lo estoy haciendo bien, he probado hacer tantas cosas hasta dar conciertos, donde nunca me fueron a ver, si era algún diseño o una simple fotografía, rara vez recibo aunque sea un "lo hiciste bien". De hecho, creo que realmente no soy buena para algo, pero que me hayan dicho en un sueño que mi existencia hace a alguien feliz, fue algo lindo entré las tantas otras cosas que disfruté ver. Ojala la vida fuese así de bonita, que encontremos compañía o al menos algo en lo que podamos ser buenos. Muchas personas dicen que no importan los demás, pero yo creo que sí, siempre vamos a querer ser importantes para alguien que queramos, siempre necesitaremos ese empujaron de un ser importante, de alguien a quien su risa te haga feliz. Todo el mundo cree que mi trato con mamá es genial, y lo es al menos en la honestidad, pero siendo un poco más honesta cada una es muy reservada y ella un poco muy callada. Las parejas? todos se van, dejando sonrisas y vacíos, sin mucho trato especial, solo coger y comer. Es como si las mujeres de mi familia estuviesen maldecidas, o si solo somos poca cosa.