Una piedra por año.

En nuestra memoria, el recuerdo del abuelo lleno con sus historias, del vagabundo aquel que te daba miedo en las calles, del padre que siempre tenia una respuesta a lo que ignorabas... etc.

Vamos creciendo y empezamos a ver algunas realidades; el abuelo vivió su vida como tenia que ser, crió y sudo. Pero tiene variados secretos bajo una tabla. Esos secretos, sus errores, los que nunca incluirá en sus historias.

El hombre barbudo que caminaba por las aceras, quien no afronto sus retos como se debía; otro loco que no sabe lo que habla... cuando en realidad tú eres quien no sabe lo que él habla. Ese ser, con tal vez, la misma locura por la cual pasaron grandes pensadores antes de ser gente de renombre. Quienes a diferencia de este, no se rindieron en las calles.

Y tu padre? Una persona que sabia como contestar a tus preguntas de infante. Quien ahora podrías intimidar con tus preguntas de adulto.

Entonces tú... hagamos que cada vez mas se te suman los números, dices sacar provecho de malas aventuras vividas. Te escabulles poniéndote tareas, y mas de aquellas aventuras... con la diferencia de que estas no son verdaderas, simplemente tu las haces una ficción; porque estas aferrado a antiguas pesadillas, y lo sabes, lo sabes cada vez que abres tu boca y tu pensamiento, exportando relatos de tus historias para luego confesar, que es mejor ver como se dan las cosas, sabiendo también, que nada se dará, por las mismas razones. Todo con esos ojos que trabajan como efectos especiales.

NOTA

Basado en suposiciones para transmitir, lo que ignoras de niño, joven, y adulto. Para que cuando seas un anciano, no sientas que fallaste.

Recuerda que caer, es levantarse para no tener miedo a correr. Así que cuando a tu vida se le sumen experiencias, y actúes con palabras que ni tu creerías. Sera la respuesta de no haber sacado el lado positivo a tus vivencias.