Somatosensorial

Somatosensorial

El sistema, la corteza; yo siento, tú sientes; escuchamos y oímos; veo y observo.

Somos sensores de la Naturaleza, del Hombre, de la Tierra; de la Galaxia, del Universo.

Que tus dedos escuchen el tacto de teclas que escanean mi red cerebral.

martes, 6 de noviembre de 2012

Las personas que quiero.

Definitivamente existen lugares especiales, atados a momentos especiales, hechos por personas especiales.
En mí lugar especial, pasaron los momentos no tan buenos, pero fueron más los mejores. Conocí a personas que cambiaron mi vida, ellas fabricaron buenos recuerdos. Y aunque poco a poco vayan apartándose o desapareciendo, en tu vida agradecerás haberlas recibido.

Después de estar en lo alto, me tomo casi seis meses tomar un camino. Mientras, encontré algo que hacer, pero no fue suficiente…  ya sabía cuál camino tomar, no lo seguí, y camine en otra dirección con panoramas similares.

En este nuevo camino,  seguí encontrando nuevas amistades, algunas muy especiales. Sin embargo ninguna como las viejas, que aún seguían siendo nuevas.

Estas novedades en mi travesía  hicieron de ella una aventura, enseñándome la esencia del crecer. Y también a valorar a aquellas viejas, quienes seguían haciéndome feliz a la vista cuando las tropezaba, y feliz al alma cuando las recordaba.

Luego vinieron tiempos oscuros, una desvaneció, dejando solo recuerdos en nuestras mentes. Todos los apartado, volvieron a unirse, y supe así que no importa cuánto se hayan alejado ni cuanto hayan cambiado, serian los mismos sentimientos los que nos unirían, que el mismo cariño existe junto al llamado de cumplir ante las circunstancias. Esos que volvieron en los peores momentos, atienden ésta descripción. Como si fuésemos hijos del mismo árbol.

Así, siguieron los tiempos, fui encontrando nuevos sentimientos, nuevas emociones... quizá viejas, pero eran como si fuesen nuevas. Supe cuales de las nuevas serían como marcas, casi tocando a las viejas: Sólo que para mí, los primeros siempre serán los primeros.

Pienso que no debes olvidar de dónde vienes, tampoco perder por completo a tu niño interno, estas cosas aunque pertenezcan al pasado siempre harán falta para la superación personal, por ello, mis viejas amistades son como el lugar de donde vengo, mi hogar, son mi niño interno, mi alegría. Entraron en el pasado, pero el pasado es muy lejos, si son mi presente seguirán cerca, como debe ser.

Es bueno desorientarse un tiempo, para causar así la emoción del volverse a ver, y saber si el tiempo las ha convertido en quienes realmente son, tus verdaderos amigos.

Entonces me detengo y pienso, ¿por qué les quiero tanto? – Fácil, me enseñaron. Siempre hay un lugar en tus pensamientos para esas personas que te dejan algo, de quienes aprendes, y comparten lo suyo contigo. Me enseñaron compañía, crecimiento, música  arte, lo positivo de lo negativo, y una variedad de cosas tan extensas que el cerebro no alcanza a recordar. Como mi madre y mis abuelos, queridos por haber dejado en mí una lista de buenos cosas. Es por eso que se recuerda tanto a una persona, por donar su conocimiento aunque no se den cuenta.

1 comentario:

Zaira dijo...

La verdad, siempre he pensado que tienes una particular manera de escribir que me emociona. Me gusta como eliges cada oracion, no se como haces para estremecerme, alegrarme, entristecerme o sonreir en cada cambio de parrafo.


Te quiero con fuerza mi Maripipi, te quiero antes, ahora, despues, cerca, lejos, constante y distante, te quiero en todas las formas, porque asi lo decidi. Asi revolucione mi vida, y tu la tuya, te seguire queriendo con la misma intensidad, y eso no me lo quita nadie.